Nos ocupamos de que tu texto no tenga ninguna falta de ortografía. Tildes, errores de sintaxis o de concordancia, signos de puntuación… con las prisas y los cambios de última hora, es normal que se escapen pequeños errores que afearán, y mucho, el resultado.
Homogeneizamos en todo el texto el uso de comillas, cursivas, negritas y demás recursos tipográficos. También le ponemos atención y cariño a los espacios, la partición de palabras, revisión de índices, etc.
Observamos el texto desde el punto de vista de la eficacia. No se trata aquí de cambiar tu estilo de redacción, sino de hacer que las oraciones expresen claramente las ideas, eliminando errores de estilo muy habituales, como son muletillas, palabras usadas con demasiada frecuencia o abuso de subordinadas.
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