Como ya hemos dicho, el vino es el protagonista absoluto, tanto a nivel de imagen (con la copa de la portada y la botella de la contraportada) como en los elementos compositivos de la misma: los colores predominantes son el burdeos y el negro y la estructura de la portada, dividida horizontalmente, alude a un recipiente que se va llenando de la apreciada bebida.
También hemos querido que la imagen de fondo, que funciona a modo de textura, sea una representación del vino vertiéndose, con todos los matices y belleza del líquido derramándose.
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