Para desarrollar el concepto de portada tomamos una fotografía de dos niños jugando en la playa, y la editamos para simular el estilo pictórico impresionista. Esta misma idea se ve reflejada en las portadillas interiores y en los marcapáginas que acompañan los libros.
Para la maquetación del interior, líneas sencillas y muy legibles, con tablas ordenadas y de fácil lectura. Formato del libro: 17×24 cm, encuadernación en tapa blanda.
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